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Monthly Archives: August 2005

Mis cachitos de jamón

 
Les cuento, hay domingos que me levanto pensando ¿donde puedo ir a comprar cachitos de jamón a una panadería?, siempre me quedo sin respuesta porque después de mi caminata, llego a la panadería y como es normal encuentro cosas “criollas de aqui”, empana de bonito, magdalenas, palmeras, bizcochos, etc, etc. En la cola que a veces llega a la esquina (porque los domingos pocas panaderías abren) me quedo viendo el mostrador y añorando unos cachitos, por no decir unos golfeados…….o lo máximo sería ya encontrar quesadillas…..que se hace en esta orilla los cachitos no existen, ellos se lo pierden; por lo tanto he decidido hacer mis cachitos  cada vez que se me antoje, porque  he descubierto una receta que me funciona.
 
Para cultura general alguién inventó en Venezuela los cachitos de jamón ( no se quien sería, alomejor los señores portugueses..) los venden calentitos en las panaderías y son una gloria con café con leche.
La receta publicada en El Aragueño (Revista Intermezzo):
 INGREDIENTES:
– 2 cucharadas de levadura seca.
– ½ taza de azúcar.
– 1 cucharadita de sal.
– ½ taza de mantequilla.
– 1 taza de leche.
– 5 tazas de harina de trigo.
– 3 huevos ligeramente batidos.
– ¼ de taza de agua.
– Jamón picadito, o en lonjas bien delgaditas
 PREPARACIÓN:
1. En un envase pequeño ponga la levadura con un poco de azúcar y 1/2 taza de agua tibia. Déjelo reposar por 10 minutos o hasta que la mezcla crezca bastante.
2. En un recipiente grande de vidrio, combine el azúcar, la sal, la mantequilla y la leche, revuelva todo muy bien; ponga las 4 y 3/4 de tazas de harina y amase hasta que todo esté unido, coloque los huevos y siga amasando, añada la levadura y remueva constantemente hasta que se forme una masa pegajosa y uniforme.
3. Meta la masa en una bolsa plástica y póngala en un lugar caliente o tibio, déjela allí por dos horas.
4. Pinche la bolsa y saque la masa. Extráigale todo el aire y amase para luego dividirla en 4 porciones iguales y pueda trabajar cada porción por separado.
5. Haga un disco de unos 25 cm de diámetro. Divida cada disco en 8 triángulos (como se cortan las pizzas).
6. Cada pedacito es entonces coronado con el jamón en la parte más ancha. Enrolle el triangulito desde el lado ancho hacia el lado delgado y coloque en una plancha para hornear con el piquito hacia abajo para que no se derrame.
7. Meta la bandeja en el centro del horno y hornee a 350 grados durante aproximadamente 15 minutos o hasta que estén bien dorados.
8. Saque cada cierto tiempo la bandeja para pintar los pastelitos con el huevo batido
 
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Posted by on August 29, 2005 in Nuestros cuentos

 

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El Ävila tiene una Web

FOTOGRAFÍA RAMÓN LEPAGE

 

EL ÁVILA

Más de 200 especies de aves conviven en el santuario natural preferido por los caraqueños. Su naturaleza no sólo otorga un gran número de rutas para escapar del mundanal ruido urbano, sino que regala inspiración de la más pura. Si no, pregúntenle a Ilan Chester o a Manuel Cabré

 

 

Javier Mazparrote, ingeniero electrónico de profesión, creó en 1997 una página web dedicada a El Ávila (http://www.el-avila.com).

La afición no surgió de sus trayectos semanales al Humboldt, pues ya en sus días de estudiante del colegio Santo Tomás de Villanueva mostraba interés por la montaña.

“Quise hacerle un homenaje. Mi idea es que las personas se motiven a visitarla, quererla y sobre todo cuidarla”, explica.

Lugares de interés, algunas de las rutas más comunes y datos sobres las especies que conforman la flora y la fauna del lugar son algunos de los temas que aborda en el sitio web: “Hay muy poca información sobre el cerro. De hecho creo que el mío es el único portal independiente dedicado completamente a El Ávila”.

Fuentes: Revista Todo en Domingo, Diario El Nacional

http://www.el-avila.com

 

 

 
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Posted by on August 28, 2005 in Lugares añorados

 

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Los Príncipes, como reyes en Asturias

Se dejan ver

 

Don Felipe y doña Letizia posaron unos minutos en Sardéu (Ribadesella), donde pasarán unos días de descanso junto a la abuela paterna de la Princesa

«Buenas tardes». Pasaban cinco minutos de la una de la tarde de ayer, cuando los Príncipes de Asturias decidieron hacerse visibles en Sardéu (Ribadesella). Don Felipe y doña Letizia llegaron a la casa de la abuela paterna de la Princesa en la noche del pasado sábado, según fuentes extraoficiales, pero no se dejaron ver hasta ayer. «No hagan preguntas», aconsejaron los agentes a los periodistas que montan guardia en Sardéu. Cogidos de la mano y vistiendo ropa informal, en un día de sol intenso, los Príncipes posaron unos instantes y a continuación se fueron a dar un paseo. «Hasta luego», dijeron. Volvieron para comer. A media tarde, su coche abandonaba de nuevo la casa. La pareja pasará unos días en la tierra natal de la Princesa.

Don Felipe y doña Letizia, saliendo de «La Arquera», la casa en Sardéu de la abuela paterna de la Princesa.

Ribadesella espera que, en esta ocasión, la Princesa inaugure el paseo que ha decidido dedicarle la villa, pero todavía no hay nada confirmado. Doña Letizia y don Felipe suelen bajar a Ribadesella durante sus estancias en Sardéu, aunque hace ahora un año su presencia despertó tanta expectación ciudadana que se vieron obligados a retirarse.


Lo que sí es seguro es que ambos comerán bien. A los dos les gusta la buena mesa y disfrutan de la cocina asturiana. Además de los excelentes guisos de la abuela, don Felipe y doña Letizia suelen visitar restaurantes y bares asturianos, combinando la gastronomía típicamente asturiana con la cocina más elaborada.

http://www.lne.es

La famosa locutora ha visto cómo desde que su nieta se convirtiera en Princesa su casa ha pasado a ser un reclamo turístico más del concejo de Ribadesella. Ayer, sin ir más lejos, José y Raquel se plantaron frente a su casona de piedra con el ánimo de ver de cerca a los futuros reyes. Ambos son de Alicante y ella es «seguidora nata de los Príncipes». Tanto que en dos ocasiones trató de acercarse a ellos. Sucedió en el Palacio de la Zarzuela y durante una visita a Guadalupe, pero no hubo éxito. Ayer tampoco, aunque al menos pudieron ver una casa «que reconocimos fácilmente por haberla visto tanto en televisión».Un nuevo atractivo

Más suerte tuvieron María Teresa y Antonio, de Ribadesella, y Julio y Mari Carmen, de Barcelona, que pudieron ver desde el coche al Príncipe en el patio de la casa. «Está guapísimo y morenín», decían después de una excursión que tenía como único fin Sardéu y sus ilustres vecinos temporales. «La casa de la abuela es un nuevo atractivo de Ribadesella», bromeaban, aunque sabedores que detrás del chiste hay toda una realidad.

Porque ellos no fueron los únicos que se acercaron hasta la zona para tratar de ver a unos Príncipes que hacen de la discreción su gran virtud. Bien lo saben sus vecinos más próximos, unos madrileños que llevan años veraneando en Sardéu y que aseguran que sólo por el revuelo de periodistas y el despliegue de seguridad conocen de la llegada de los Príncipes. Así lo explica Marta Romero junto a sus niños -Gonzalo, Gabriel e Inés-, quien confiesa que en cierta forma le ilusiona que los futuros reyes compartan con su familia lugar de vacaciones, aunque sólo sea por unos días.

Y precisamente veraneantes son Alonso, Ángel, Olga y Marisol, dos parejas de veinteañeros que desde hace una semana descansan en Ribadesella. Ayer incluyeron Sardéu en su ruta turística por Asturias, pero de nada sirvieron sus trucos. Con la cámara a la vista, cualquier intento de acercarse a la casa fue abortado por los equipos de seguridad de los Príncipes. «Teníamos la ilusión de verles y de invitarles a un chupito de orujo», decían entre risas cuando ya se iban de vacío. Hoy, a buen seguro, se repetirá la historia.

 
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Posted by on August 23, 2005 in Uncategorized

 

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Remedios venezolanos muy ingeniosos

 
La cayena
Lutecia Adam, estudiosa criolla de la medicina natural, comenta que la infusión de cayena ejerce una acción sedante y se prepara con una flor por cada taza de agua hirviendo. En su libro El Gran Laboratorio de la Naturaleza, propone un champú de esta planta para eliminar la caspa: se licúan dos tazas de sus hojas con dos tazas de agua, y aparte, se disuelve media panela de jabón rallado en otras dos tazas de agua a fuego lento. Luego se mezclan bien. Se agrega una cucharadita de vinagre por cada taza de agua si el cabello es graso; si es seco, se añade la misma proporción de aceite vegetal.

Jarabe Lamedor


¿Tos rebelde? ¿Pecho apretado? Un par de generaciones ya ha probado las bondades de Lamedor, un jarabe expectorante que se prepara en algunas farmacias de Caracas. Aunque nadie recuerda a ciencia cierta quién la inventó, esta receta tiene más de 40 años en los anales de la Botica de Velázquez, uno de los expendios de medicinas más antiguos de la capital. Entre sus ingredientes principales figuran el jarabe Tolú y el jarabe de Camacho, que da cuenta de los tiempos en los que todavía se bautizaba a los fármacos con los nombres de sus mentores.

Pomada Coromoto


Obdulio Ferrer es químico y profesor jubilado de la Universidad del Zulia. Es el creador de la pomada Coromoto, una versátil preparación criolla con sábila, llantén y manzanilla –entre otros– que cura quemaduras, espinillas y pañalitis; también alivia las hemorroides, las picaduras de insecto y las escaras, esas ulceraciones que sufren aquellos enfermos que pasan mucho tiempo acostados. Su fórmula, debidamente probada y registrada en el MSAS, se consigue en tiendas naturistas.

Tres en uno


En pocos países será fácil hallar una bebida tan nutritiva como este jugo natural de naranja, zanahoria y remolacha, terror de las anemias y los radicales libres. La falta de vitaminas y minerales ocasiona serios problemas orgánicos, así que muchas abuelitas no vacilan en servirle a los nietos paliduchos un vaso de este jugo. El cuerpo agradece sus altas dosis de vitamina A, B y C, calcio, potasio y fósforo: sus antioxidantes ayudan a combatir problemas cardiovasculares y prevenir algunos tipos de cáncer. Disponible en su fuente de soda favorita.

Fuentes consultadas: Dr. Luis Alberto Rivero y Dra. Noelia Marcano (Botica de Velázquez), Lutecia Adam y Obdulio Ferrer.

 
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Posted by on August 22, 2005 in Venezolanisimos

 

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Concurso de Tortillas en San Sebatián

Hacer una buena tortilla de patata tiene su truco. Ayer, el jurado del concurso de tortillas organizado en el Paseo de la Concha dentro de los actos de la Semana Grande donostiarra pudo degustar unas cuantas. En la imagen, dos de los jurados hacen su labor muy divertidos; el actor Pedro Osinaga y el cocinero Juan Mari Arzak intentan averiguar cuál es la mejor.
Este año todavía no sabemos quien ganó

Como nota curiosa contaré que el año pasado el concusro fue ganado por una colombiana, Livia Cardona Montoya lleva 13 años cocinando en España y dos preparando este plato tradicional en el restaurante Las Cinco Puertas, de Pontevedra en Galicia. En el 2004 el jurado estuvo integrado por Ferran Adriá que quedo muy sorprendido por el triunfo de Livia.

 
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Posted by on August 20, 2005 in Gastronomía

 

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Una prueba de Tequeños

 
Hoy abrí la nevera y vi el trozo de queso Feta que me había comprado para agregar a la ensalada, …pense…hummm creo que tengo hoy un día para experimentar, busque la receta de Tequeños de Helena Ibarra….primer inconveniente en España no he visto soda o no me he fijado bien en los supermercados (alomejor hay)…..pero lo que si existe y tengo siempre son unos polvitos para hacer refresco de gaseosa (en la foto: caja amarilla) y los uso para la masa de rosquillas, porque asi las hace mi tía en el pueblo. 
 
 Me pregunte ¿y estos polvitos no seran sustituto de la soda?, pues voy y pruebo, mezcle el agua con los polvitos, agrege harina al ojo por ciento, revolvi con las barillas hasta que tenía la cosistencia, prove a freir un poquitico de masa a ver como se comprotaba en el aceite caliente y ¡¡¡ohhhhh sorpres¡¡¡ parecia que funcionaba.
Empece a rebozar el queso en la mezcla y quedaron como los de la foto, en eso llego mi esposo a comer y le di el primer tequeño, dijo..ummm a esta masa le falta algo, tiene razón, quizas le falta es sabor que le da el huevo a la masa original de los tequeños, pero como prueba no estuvo nada mal.  Es cuestión de ponerme a practicar en los ratos libres y tendre tequeños al instante…..eso si tienen que comerse calentitos.
 
 

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Partes inutiles del cuerpo humano

Hay gente en este mundo que se pone a averiguar cosas que me llaman la atención, yo me he preguntado algunas cosas, pero como tiendo a descartar las cosas inutiles de mi entorno, a veces me digo “en que cosas piensas”. Este artículo me da parte de la razón. Lo copio tal cual de www.elaragueno.com, porque mañana ya no estará y tampoco podremos consultarlo en “ediciones anteriores”, se ve que ellos aplican mi misma filosofía, pero en este caso sería útil consultar algunas de las maravillosas cosas que publican cási todos los días y los fines de semana sin dudarlo.
 

En nuestro cuerpo se esconden 22 partes inútiles

 

Inútiles, restantes de la época en que fuimos primitivos, en el sentido físico de la palabra. Veintidós partes de nuestro cuerpo que, hace algún milenio, nos sirvieron para sobrevivir en un entorno salvaje: músculos para agarrarnos a los árboles, pelos para defendernos del frío, pies prensibles para agarrar los objetos. Y que ahora, en las ciudades hipermodernas en que vagamos cubiertos de vestidos y a la guía del automóvil, han quedado a recordarnos nuestras orígenes “de jungla”.

El mapa de lo supérfluo en nuestro organismo ha sido trazado por la revista Focus, y se extiende -literalmente- de pies a cabeza. La más famosa es el apéndice: lo sabes desde pequeño, que sirve poco, sino para inflamarse en los momentos menos oportunos; una vez, en cambio, cuando nuestro menú era sobre todo a base de vegetales, nos ayudó a digerir la celulosa.

Un sitio de honor entre las partes más “denegadas” también corresponde al cóxis: la cola la hemos perdido hace algún millón de años, pero en su recuerdo queda este grupo de vértebras que, cuando caemos, nos proporciona mucho más dolor del necesario.

Molestas también las muelas del juicio, aquellas cuatro muelas que, en nuestra boca, no tienen espacio para crecer, tanto que sólo el 5 por ciento las tiene sanas: el restante 95 es obligado a hacerlas extirpar por el dentista de confianza, visto que ya nadie vaga por las selvas comiendo plantas y raíces.

Incluso, el mismo pelo, según los expertos, sería un accesorio seductor sí, pero sin alguna función vital: aparte aquella de mantener nuestra cabeza al calor. Incluso los pelos, ya son superados -no sólo de la moda sino también del hecho que sean los vestidos para protegernos del clima y de ojos indiscretos.

Nuestras orígenes de “escaladores” son en cambio evidentes en el palmar grácil, un músculo que parte del codo y que sirvió para colgarnos de las ramas de los árboles: ahora una de cada cinco personas tampoco lo tiene.

También existe lo correspondiente en el pie, la plantilla grácil, para agarrar objetos; mientras el meñique sirvió para mantenerse en equilibrio sobre las plantas. ¿Ahora ya no, pero quién estaría dispuesto a liberarse de el?

De otra parte, estos restos de épocas remotas son quizás “equivocaciones de naturaleza”, en realidad la cuestión debería ser volcada: en vez de asombrarse si algo, desde nuestro punto de vista, no funciona, deberíamos apreciar bastante cuando todo se armoniza a la perfección, visto el modo casual en que procede la evolución. La presencia de estas partes “inútiles” se puede reconducir ante todo a la existencia de órganos de transición: ya no tienen el papel de un tiempo, ni se han transformando completamente, como ocurrirá, probablemente, dentro de algún centenar de millones de años.

Pero estos órganos supérfluos pueden ser también considerados como el resultado de aquellas “calles sin salida” que caracterizan la evolución: es normal que durante el proceso, sean embocadas calles sin salida: y esto porque no hay un proyecto orgánico en mente, todo ocurre por tentativas. Claro, existe algún detalle. La cavidad al lado del tabique nasal, por ejemplo, fue un potente receptor de olores, y sirvió para captar la “disponibilidad” de parte del otro sexo. Pero, también en este campo, nos hemos acostumbrado a ir en busca de otras “señales”.

 

 
 

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Kit de la nostalgia

Hoy como que estoy yo asi como de bajo perfil, tempranito revisé a mis blogeras favoritas y Milsabores con el azúcar Candy e Inés con las arepas me han removido.
Me he puesto a pensar y de verdad que me he ido de Venezuela para no irme nunca.
Por ello además de añorar a mi gente, añoro algunas cosas y atesoro otras, por eso le doy la razón a los señores de Todo en Domingo ( Revista 146 del 21/07/2002) Domingo 21 de Juli)
Tal vez usted no era fanático de los Torontos, pero basta que se vaya del país para que sufra ataques de extrañeza por este bombón nacional. Lo mismo le ocurrirá con buena parte de la cesta alimentaria típica de los venezolanos. Para consentir los apetitos sentimentaloides, le proponemos este kit compuesto de harina para arepas y cachapas, dulce de lechosa, Miramar, Pirulín, Belmont, diablitos y, por supuesto, Torontos.
El mio con mucha espumita por favor, cremosito y teterito
Tostao y colao
Nada crea más añoranza que comprobar las bondades del café local, ante un insulso y aguado brebaje foráneo. Para conjurar esa carencia, lo mejor es llevarse una cafetera greca y varios paquetes de café, guardarlos en frascos herméticos y recordar los “marroncitos” locales a distancia. Hay muchas marcas meritorias. Para mi fortuna en Gijón hay café venezolano envasado en un paquete que permite mantener por más tiempo los aromas, lo que no encuentro todavia es la cafetería del café cremoso, tengo que ir hasta Oviedo a la cafetería Canaima y el Sr. Juan si lo hace cremosito.
Monarca del chocolate
El mérito del cacao local es uno de los orgullos marcados a fuego en el subconsciente venezolano. Pero lo mejor es comprobar sus bondades al devorar buenas dosis de chocolate criollo en el extranjero. Aparte de los inevitables Torontos, se recomienda hacer acopio de varios ejemplares de chocolates El Rey, una marca que ha reivindicado los distintos tipos de cacaos que prosperan en esta tierra. Reconocidos reposteros aseguran que es de los mejores del mundo para preparar postres achocolatados. En España hay un distribuidor afortunadamente.
Las recetas indispensables
El libro Mi Cocina de Armando Scanonne -riguroso e imprescindible- es la tabla de salvación de quienes desean ensayar sus dotes culinarias lejos de casa. Una buena excusa para organizar una cena en el extranjero e invitar a los coterráneos a calmar la nostalgia con una polvorosa de pollo o una hallaca caraqueña. Afortunadamente tengo los tres (amarillo, azul y rojo, el rojo es imprescindible, un tesoro)
Los Diablitos, siempre que llega alguien a mi casa, infaltable en la maleta tienen que venir unas latas, es como el salvo conducto de entrada.
 Ají dulce
Es otras de las cosas que tienen que traerme los viajeros, por eso he escuchado desde tú estas loca hasta “y esa vaina la ¿usas?”. Yo hago un uso racional de ellos, los congelo en sus bolsitas y listos para usar.
Las galletas de soda
Como esto es mas díficil de transportar pues me he tenido que poner a “catar” cada marca, desde las alemanas hasta las danesas, caras, baratas, ninguna es igual que la Puig.
LA imagen de José Gregorio me acompaña siempre, tengo una imagen aqui arriba del computador para que nos proteja tanto a los de esta orilla como las de la otra.
De las frutas:
Aunque en esta época de verano los melocotones, las nectarinas, los paraguayos, las ciruelas, los melones,  están en su punto y me encantan, extraño:
Los mamones
Las guayabas
………….YYYYYYYYYY LAS CIRUELAS DE HUESITO………………………………………………
 
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Posted by on August 10, 2005 in Nuestros cuentos

 

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Marquinos un soñador que cocina divino

Les presento a mi primo (segundo), un soñador en los Picos de Europa, el avestrucero como le decimos cariñosamente.
Marcos Pascual cría las avestruces que alimentan la carta de platos de su restaurante en Bobia de Arriba

las mil y una Asturias i Marcos fuera uno de aquellos indios que lucían pelo de caballo y montaban caballos a pelo -y la apariencia le da para ello-, estaría censado en la tribu como Pluma Ligera, por la actividad ganadera y gastronómica a la que consagró sus ahorros y sus días.

En Bobia de Arriba o Bobia Riva levantó hace ocho años las vallas de un fuerte de pico y pluma que mantiene balizado con una bandera roja y una imagen del Che regateando los cuatro vientos de los Picos de Europa. Allá incuba una plumífera colonia de avestruces y codornices que ponen el huevo con la dedicación del criador, a cargo del servicio de habitaciones para que a los estirados bichos no les falte de nada. «Ya probé a da-yos veinte euros pa que vayan a comer por ahí algún día y me dejen descansar, pero no hay forma», bromea.

Marcos Pascual Asprón, de 35 años, lleva en sus botas ceniza de mil chimeneas. Nació en el Friburgo suizo, se crió en Extremadura y vivió en Baleares antes de diplomarse como ganadero en Cataluña y detener sus pasos en Asturias, «cansado ya de dar vueltes», dice.

En Ibiza, mientras subía y bajaba como instalador de ascensores, cayó en la sospecha de que su vida se estaba quedando atrapada entre la planta baja y el semisótano. La familia conservaba casa y praos en Onís, y fue su padre el que le dio el empujón necesario para montar esa explotación ganadera, en la que derivó la búsqueda de «algo diferente, en medio de la naturaleza».

«Esti animal funciona muy bien pa una granja», añade empuñando un par de crías de avestruz que no levantan medio palmo del suelo. Con buenos cuidados y una dieta sana -porque estos pollos también son pitos de caleya- engordarán cien kilos en un año para convertirse en los más altos picos avícolas de Picos, con un alzada de dos metros… y pico.

De pluma y tenedor

Marcos elogia las cualidades nutritivas del avestruz, del que, como el gochu, se aprovecha casi todo. Las cáscaras de sus huevos dan a luz lámparas y la piel se acomoda en las sillas del comedor de El Rexacu, el restaurante y hotel rural que este renacentista del medio rural -cocinero, ganadero y artesano- abrió a pocas zancadas de la granja en la que trabaja y vive.

Chorizo, paté, lasaña, callos, solomillo o escalopines. La carne baja en colesterol de la especie animal inmigrada de África llena una carta de tenedor y pluma que se curraron Marcos y Álvaro, el otro profesional de la cuchara. Y el safari gastronómico va aún más allá. «Preparamos platinos especiales con codorniz y ahora estamos probando con ortigues y leguminoses naturales de la zona», advierte.

Pero Marcos quiere distanciarse de los fogones, centrarse en la cría de las aves trotadoras y ganar algo más de tiempo propio con el que picotear la carretera montado en su Harley Davidson, una moto tapizada con el pellejo de un avestruz, claro.

Visitar la Web del Hotel de Marcos: El Rexacu (http://www.elrexacu.com/)

Fuente:

http://www.elcomerciodigital.com/pg050804/prensa/noticias/Contraportada/200508/04/GIJ-ULT-123.html

 
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Posted by on August 4, 2005 in Asturiania

 

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Los secretos gastronómicos de Doña Amalia

Aunque ya Doña Amalia forma parte del firmamento de estrellas celestiales, éste artículo de Esperanza Márquez que publicaba en El Mundo lo tenía guardadito y que mejor que ponerlo en este nuestro espacio.
 Criada por su mamá para ser ama de casa, la “Doña” de la televisión venezolana no perdió la primera oportunidad que se le presentó para ingresar al arte dramático y desarrollar una carrera en cine, teatro y TV de 40 años. Sin embargo esa decisión no dejó afuera el gusto de Amalia Pérez Díaz por la cocina. Hoy, a sus 80 años, la actiz disfruta tanto frente a los fogones, como lo ha hecho ante las cámaras.

Foto: JESÚS CONTRERAS


 

El Mundo Sábado 01 de Febrero de 2003

Vivir
Amalia Pérez Díaz

ACTRIZ Con más de 40 años de experiencia en el mundo del teatro, el cine y la elevisión, próxima a cumplir 80 años de edad el 15 de junio de 2003, se nos presenta como una mujer que irradia juventud, alegría y optimismo. Chilena de nacimiento, vivió en Perú y se radicó en Venezuela luego de casarse con Manuel Enrique Pérez Díaz, músico y guitarrista venezolano

Esperanza Márquez

La conversación con doña Amalia Pérez Díaz la sostuvimos en su casa, de la cual nos abrió la puerta con su gentileza de siempre. Una casa, que comparte con su hija Amalyn, llena de recuerdos de viajes, libros de cocina, fotografías familiares y estatuillas que representan todos los premios que ha recibido en su larguísima carrera artística en nuestro país.

Amalia Pérez Díaz es uno de esos personajes que próxima a cumplir sus 80 años, lo que irradia es juventud, alegría, felicidad y agradecimiento a la vida por ser quien es.

La niñez

“Fui una niña que, según decía mi mamá, todo lo preguntaba, muy curiosa y quizás esa es una de las cosas que me ha servido para mi oficio de actriz, porque el actor que no es curioso para aprender cosas, se va quedando en un círculo de lo que sabe y se acabó”.

Amalia se educó en un colegio de monjas donde le enseñaron todas las artes que debe practicar una ama de casa: coser, tejer y bordar, y de la parte gastronómica se ocuparon de enseñarla su madre italiana y sus abuelos.

“Mi mamá me educó para ama de casa, hasta que llegó un momento en que hubo que buscar un camino para mí, para lograr más sueldo, y en el ‘come’ en el sur, si hay una persona más que sirva para el teatro, pues esa persona va”.

En nuestra cordial conversación con doña Amalia Pérez Díaz, siempre salpicada, adornada, aderezada por su buen humor y sus carcajadas, nos comenta que su vida ha sido siempre el trabajo.

“Quiere decir que mi niñez fue trabajo, mi juventud fue trabajo ya que comencé en el teatro a los 9 años. Yo soy tan trabajadora que no me recuerdo sino cuando estuve embarazada de descansar un poco. Siempre he trabajado, pero me gusta. Es decir que todo lo que hago, aunque no me guste, lo hago bien, pero trato en mi vida de hacer las cosas que me gustan para sentirme bien”.

La cocina

Doña Amalia ha cocinado desde que era una niña.

“En aquella época no había el dinero como para poner una cocinera, entonces… cocinas.

Mi madre daba clases de piano y yo cocinaba.

“A mí me gusta cocinar. Eso de que tú tienes cuatro elementos: cebolla, tomate, un poco de perejil, ajo y que te salga una salsa bien hecha, eso es encantador.

Es tan bueno como salir y ponerte frente a la pantalla y decir bien una cosa”.

Influencias gastronómicas

En cuanto a este tema de la cocina, nuestro personaje tiene tres influencias importantes: la italiana, la chilena y la peruana.

Se pone a hacer memoria de los platos que hacía y recuerda el plato típico chileno en sopas: la cazuela de aves, que tiene que salir barato porque es popular, pero que tiene su truquito: “Uno siempre hace una sopa con las presas de pollo y con eso hace el caldo. En Chile no, en Chile se cortan las presas, se fríen y después se hace el caldo.

¿Qué gana uno con eso?, sencillamente que el caldo salga limpiecito.

La cazuela lleva: pollo, papas, auyama o zapallo, vainitas cortadas finitas, arroz.

“Es un plato que después te puedes comer el pollo con una ensalada, y el caldo con el arroz y la vainita, y sacas las papas para la ensalada.

“La pobreza agudiza el intelecto, tienes que inventar. Por eso cuando veo esos cocineros en la televisión pienso que si tuviera cangrejos, atunes, salmones yo también cocinaría perfectamente bien”.

Esa mixtura de culturas de doña Amalia Pérez Díaz se refleja en la comida que sabe preparar ya que un mismo plato puede convertirse en chileno o en italiano, según le varíe algún ingrediente.

“Si tienes caraotas rojas, haces unas caraotas con auyama y jojoto y salsa de tomate y eso es a la chilena, pero si la hago a la italiana hago las caraotas rojas con salsa de tomate y le pongo, cuando ya va a estar, cualquier pasta cortada y se llama ‘pasta e fagioli’”.

Sin embargo, el plato preferido de la familia es y era la pasta.

En este sentido nos comenta que hay variedades infinitas de salsas que se pueden hacer con pastas: “Un día lo haces con tomate, otro con atún, otra que yo hago cuando me sobran caraotas blancas y hago una jardinera, una salsa campesina. Lleva tomate, todas las hierbas sin ex ceptuar la albahaca, caraotas blancas…”.

En Venezuela

Amalia Pérez Díaz no se confiesa apasionada de las arepas, prefiere su pan de trigo.

“Pero los bollos pelones me encantan y hago unas hallacas muy recontrabuenas, porque yo estoy integrada a este país”.

Sin embargo, cuando llegó casada con Manuel Enrique Pérez Díaz, muy joven, no comprendió del todo bien la manera campechana de ser del venezolano. Se horrorizaba de que la gente se hablara en voz alta de una acera a otra, pero hubo algo que la cautivó.

“Me encantaba era ir de visita porque me parecía hermosísimo el comportamiento del ama de casa venezolana que te venía inmediatamente con una bandejita, con su mantelito, su café y su vaso de agua, sin preguntar, y si había más amistad, te traían tu dulcito. Era encantador, hermosísimo y poco a poco me fui enamorando, pero claro…

yo todavía no grito de una acera a otra”.

Seguimos nuestra conversación con esta mujer que nos llenó de optimismo y nos contagió su juventud. Una mujer excepcional que siempre ha sido feliz porque ha sido conforme, porque “camina con el viento”; porque sabe muchas cosas por su curiosidad, porque se divierte igual asistiendo al ballet, a una sinfónica, a una ópera o viendo un programa deportivo en la televisión; porque ya va a cumplir 50 años trabajando en Radio Caracas Televisión; porque tiene amigos con quienes puede conversar de libros, de teatro, de cine, con quienes se puede comunicar y compartir su mesa.

“Lo que te hace sentir bien es el respeto de los demás, y para que te respeten, primero tienes que respetar lo que estás haciendo, y esa ha sido mi pauta para la vida y se lo he enseñado a mis hijos y lo enseñaré hasta los bisnietos”.

Así terminamos nuestra conversación con doña Amalia Pérez Díaz una mujer muy apegada a lo que es la vida, que no le agrada andar en vilo, le gusta pisar la tierra, no cree en cuentos, ni sueña con cosas imposibles y que su plato preferido es arroz blanco con dos huevos fritos y un contorno de plátanos fritos.

“Sé hasta dónde llega mi capacidad y con eso me basta”.

LA RECETA

Ceviche peruano

Ingredientes básicos:

  • Filetes de mero o pargo (sin espinas)
  • Limones (según cantidad)
  • Cebolla a la juliana (según cantidad)
  • Sal al gusto
  • Aceite de oliva Presentación:
  • Lechuga fresca (para nido)
  • Pimentón en tiritas
  • Batatas sancochadas en rodajas
  • Jojotos en ruedas
  • Perejil picadito y en ramas Realización: Picar en tiritas o en cuadritos el pescado.

Lavar y echarle sal abundante. Hervir agua suficiente. Cuando esté hirviendo, verter el pescado, revolver para que se blanquee y sacar rápidamente. Colar muy bien.

Sacar jugo de limones frescos en cantidad suficiente para que cubra el pescado, añadir la cebolla bien picadita (finita), llevar a la nevera y dejar por unas 3 ó 4 horas para que se cocine el pescado en el jugo. Mover de cuando en cuando.

Al momento de servir, hacer un nido de lechugas sobre el cual se coloca el pescado ya listo, se le añade el perejil picadito, las tiritas de pimentón y un chorrito de aceite de oliva (crudo). Se adorna con las ruedas de batatas y jojoto y ramitas de perejil.

En el Perú le añaden “rocoto”, un pimentón muy picante. Calcular un filete mediano por persona.

http://www.elmundo.com.ve/ediciones/2003/02/01/f-mun.asp

 

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